La Naturaleza que somos

Como la miríada de estrellas en los cielos, así es la esencia de la humanidad esparcida por la tierra, aseguran los maoríes. Miríadas de especies componen y sostenen la humanidad, porque los seres humanos no sólo somos parte de la naturaleza: somos naturaleza. Se necesita todo un mundo para crear humanidad, nos advierten los pueblos originarios.
Múltiples son los consejos del mundo que nos recuerdan que nuestro benestar depende del benestar de toda la biosfera: como la noción Hurai del pueblo tuvano chino o Prakritik Swaraj en la India, el compromiso de Mâlama ‘ina de Hawái o la práctica sueca Lagom. Somos polvo de estrellas, y sólo en nuestro intestino hay más microbios que galaxias en el firmamento. Natural, dicen, es la desigualdad y la guerra, como lo es ganarse la vida con el sudor del frente. Pero poco o nada se dice del cuidado ¿Qué es, pues, lo esencial para el ser humano?
Valga este libro para viajar a los más recónditos lugares de la naturaleza, humana y no humana. Porque el ser humano está hecho de átomos, pero también de historias. Elucubramos y jugamos de forma natural. Somos científicos natos, y nuestro firmamento es la imaginación.